25 enero 2013

Soy Alcohólico, Historia de una Enfermedad - YouTube

Las experiencias de los demás nos recuerdan las nuestras. Muy interesante este vídeo. Pinchad en el enlace.

Soy Alcohólico, Historia de una Enfermedad - YouTube

29 mayo 2012

LAS MUJERES Y EL ALCOHOL


Las mujeres y el alcohol

El alcohol presenta otro desafío más para la salud de las mujeres. Aun en cantidades pequeñas, el alcohol afecta a las mujeres de manera diferente que a los hombres. Y el beber en exceso es, de alguna manera, mucho más arriesgado para las mujeres que para los hombres.
En cualquier tema de salud, la información correcta es primordial. Hay ocasiones y maneras de beber que son más seguras que otras. Cada mujer es diferente. Ninguna cantidad de alcohol es 100 por ciento segura, todo el tiempo, para cada mujer. Teniendo esto en cuenta, es importante saber cómo el alcohol puede afectar la salud y la seguridad.
Algunas personas no deberían beber nada de alcohol, incluyendo:
  • Cualquiera menor de 18 años
  • Individuos de cualquier edad que no puedan controlar el consumo a niveles moderados
  • Mujeres que puedan quedar embarazadas o que estén embarazadas
  • Individuos antes de conducir, operar maquinarias o tomar parte en otras actividades que requieren atención, destreza o coordinación
  • Individuos que toman medicamentos recetados o de venta libre que puedan interactuar con el alcohol
¿Por qué se recomienda un nivel de consumo de bebidas alcohólicas más bajo para las mujeres que para los hombres? Porque las mujeres corren más riesgos de desarrollar problemas relacionados con el consumo de alcohol. El alcohol pasa a través del tracto digestivo y se dispersa en el agua del cuerpo. Cuanta más agua haya disponible, más se diluye el alcohol. Generalmente, los hombres pesan más que las mujeres, y, libra por libra, las mujeres tienen menos agua en su organismo que los hombres. Así, el cerebro de la mujer y otros órganos están expuestos a más alcohol y derivados tóxicos que se generan cuando el organismo está tratando de degradarlo y eliminarlo.

·        Riesgos

Beber y conducir: No es necesario consumir mucho alcohol para que la habilidad para conducir se entorpezca. Las posibilidades de morir en un accidente automovilístico aumentan con el nivel de alcohol que una mujer de ap alcanzará fácilmente con sólo tomar una bebida con el estómago vacío.
Interacciones medicamentosas: El alcohol puede interactuar con una amplia variedad de medicamentos, tanto recetados como de venta libre. El alcohol puede reducir la efectividad de algunos medicamentos, y, al combinarse, puede provocar o aumentar los efectos secundarios. El alcohol puede interactuar con medicamentos utilizados para el tratamiento de condiciones tan variadas como enfermedades cardíacas, problemas circulatorios, digestivos y diabetes. Particularmente, el alcohol puede aumentar el efecto sedante de cualquiera de los medicamentos que causen somnolencia, incluyendo los medicamentos para la tos y el resfrío, y drogas recetadas para la
ansiedad y la depresión. Cuando tome algún medicamento, lea los rótulos del envoltorio y las precauciones cuidadosamente.
Cáncer de mama: La investigación sugiere que, en algunas mujeres, tan sólo una bebida alcohólica al día puede aumentar levemente el riesgo de contraer cáncer de mama; especialmente, entre aquéllas que tienen antecedentes de este tipo de cáncer en su familia. Sin embargo, no es posible predecir cómo el alcohol afectará el riesgo de cáncer de mama en cada mujer en particular.
Síndrome alcohólico fetal: El consumo de bebidas alcohólicas por parte de una mujer embarazada puede afectar al bebé que está por nacer y provocarle una serie de defectos de nacimiento conocidos como Síndrome alcohólico fetal, (FAS, por sus siglas en inglés).

Síndrome alcohólico fetal
El Síndrome alcohólico fetal (FAS, por sus siglas en inglés) es la causa de discapacidad mental más fácil de prevenir. Los bebés con FAS tienen diferencias distintivas en sus rasgos faciales y puede que nazcan pequeños. El daño cerebral que ocurre con el FAS puede resultar en problemas de por vida tales como: aprendizaje, memoria, atención y habilidad para resolver problemas. Estos cambios a nivel cerebral relacionados con el alcohol pueden estar presentes aun en bebés cuya apariencia y crecimiento no están afectados. No se conoce si existe un nivel sano de consumo de alcohol durante el embarazo; tampoco, si existe alguna etapa del embarazo en la cual no se corra riesgo alguno al consumir bebidas alcohólicas, cualquiera sea la cantidad. Si la mujer está embarazada o quiere quedar embarazada, no debería beber alcohol. Incluso, si está embarazada y ya ha consumido alcohol, es importante parar de beber por el resto del embarazo. Detener el consumo puede reducir las probabilidades de que el bebé sea afectado por el alcohol.






Otro de los riesgos de beber es que la mujer podría, en algún momento, abusar del alcohol o volverse alcohólica (dependiente del alcohol). Consumir más de siete bebidas por semana aumenta el riesgo de que la mujer abuse del alcohol o de que se vuelva dependiente de éste. Aun las mujeres que beben menos de siete bebidas por semana corren un riesgo mayor de desarrollar dicha dependencia o abuso, si ocasionalmente tomaran cuatro o más bebidas en un día cualquiera.
La capacidad de ganarle a un hombre bebiendo —o a cualquiera— no es una ventaja: es una alerta. La investigación ha demostrado que los bebedores que pueden tolerar mucho alcohol de una vez tienen mayor —no menor— riesgo de desarrollar problemas, tales como dependencia al alcohol.

Consumo excesivo de alcohol

  • La mujer que bebe en exceso aumenta el riesgo de convertirse en víctima de violencia y de abuso sexual.
  • A largo plazo, las mujeres desarrollan enfermedades relacionadas con el alcohol más rápidamente, y con menor cantidad de alcohol, que los hombres.
Los efectos del abuso del alcohol y el alcoholismo en la salud son serios. Entre algunos de los problemas de salud específicos se incluye:
  • Hepatopatía por alcohol: Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar hepatitis alcohólica (inflamación del hígado) y a morir por cirrosis.
  • Enfermedad cerebral: La mayoría de las personas alcohólicas sufren alguna pérdida de las funciones mentales, reducción del tamaño del cerebro y cambios en las funciones de las células cerebrales. La investigación sugiere que las mujeres son más vulnerables que los hombres a los daños cerebrales causados por el consumo de alcohol.
  • Cáncer: Muchos estudios informan que el consumo excesivo de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de contraer cáncer de mama. El alcohol también está vinculado al cáncer en el sistema digestivo, cabeza y cuello (el riesgo es especialmente alto entre fumadores que, además, consumen bebidas alcohólicas en exceso).
  • Enfermedad coronaria: El consumo crónico y excesivo de bebidas alcohólicas es la causa principal de enfermedad cardiovascular. Entre las personas que beben en exceso, tanto los hombres como las mujeres tienen incidencias similares de enfermedad cardiovascular, aun cuando las mujeres, a lo largo de la vida, consumen menos alcohol que los hombres.

Adolescencia

A pesar de que consumir bebidas alcohólicas es ilegal para cualquier persona menor de 18 años, la realidad es que muchas mujeres adolescentes lo hacen. La investigación indica que, aproximadamente, el 39 por ciento de las niñas que cursan el 9no grado —normalmente de alrededor de 14 años de edad— informa haber consumido alcohol durante el transcurso del mes. (Esta incidencia es apenas menor que la de los varones en el 9no grado.) Aun más alarmante es que un poco más del 21 por ciento de estas mismas jóvenes informa haber tomado cinco o más bebidas en una sola ocasión, durante el transcurso del mes.
Consecuencias de beber peligrosamente
  • Beber siendo menor de 18 años es ilegal .
  • Conducir bajo la influencia del alcohol es una de las principales causas de muerte en la adolescencia.
  • Beber torna a las mujeres jóvenes más vulnerables a los ataques sexuales y a las relaciones sexuales peligrosas y no planeadas. En el recinto universitario, los ataques, los avances sexuales no deseados y las relaciones sexuales no planeadas y peligrosas son más probables entre los estudiantes que, en ocasiones, beben excesivamente —para los hombres, cinco bebidas seguidas; para las mujeres, cuatro—. Por lo general, cuando una mujer bebe en exceso, se convierte en una potencial víctima de violencia y abuso sexual.
  • Los jóvenes que comienzan a beber antes de los 15 años aumentan en un 40 por ciento las probabilidades de abusar del alcohol o de padecer alcoholismo en algún momento de su vida, comparado con aquéllos que esperan hasta los 18 para comenzar a beber. Este aumento de riesgo es el mismo para las muchachas jóvenes que para los varones.
El atractivo del alcohol para los adolescentes. Entre las razones que los adolescentes ofrecen más comúnmente por beber se encuentran: el pasar un buen rato, el experimentar, el relajarse o aliviar las tensiones. La presión de los compañeros puede fomentar el consumo de alcohol. Los adolescentes que crecen con padres que los apoyan, vigilan y hablan con ellos tienen menor probabilidad de consumir bebidas alcohólicas que sus compañeros.
Mantenerse lejos del alcohol. Las mujeres jóvenes menores de 18 años no deberían beber alcohol. Entre las cosas más importantes que los padres pueden hacer está el hablar francamente con sus hijas acerca de no consumir alcohol.

Las mujeres en edad adulta joven y media

Las mujeres jóvenes de veinte años y ya cerca de los treinta son más propensas a consumir bebidas alcohólicas que las mujeres mayores. Ningún factor en particular predice si una mujer tendrá problemas con el alcohol, o a qué edad ésta corre mayor riesgo. Sin embargo, hay ciertas experiencias de vida que parecieran hacer más factible que las mujeres desarrollen problemas con el consumo de alcohol.
Muchos estudios han hallado que las mujeres que sufrieron abuso sexual en la niñez tienen más probabilidades de desarrollar problemas con el consumo de bebidas.
La depresión en las mujeres tiene un estrecho vínculo con el consumo excesivo de alcohol; y las mujeres que beben solas en el hogar tienen más probabilidades que otras de desarrollar posteriores problemas con la bebida.
El estrés y el consumo de bebidas alcohólicas
El estrés es un tema común en la vida de las mujeres. La investigación confirma que una de las razones por las que la gente consume bebidas alcohólicas es para lidiar con el estrés. Sin embargo, el papel del estrés como causa de consumo excesivo de alcohol no está claro. El beber en exceso en sí causa estrés en el trabajo y en la familia. Muchos factores, incluyendo antecedentes familiares, determinan cuánto utilizará una mujer el alcohol para lidiar con el estrés. El pasado de una mujer y sus hábitos de beber son importantes. Diferentes personas tienen diferentes expectativas acerca del efecto del alcohol sobre el estrés. Cómo maneja la mujer el estrés, y el apoyo que tenga para hacerlo, también pueden influir sobre si consume alcohol como respuesta al mismo.

Consecuencias del consumo excesivo de bebidas alcohólicas
  • El número de mujeres que conduce y se involucra en accidentes automovilísticos fatales por causa del alcohol va en aumento, aun cuando el número de conductores varones involucrados en este tipo de accidentes ha disminuido. Esta tendencia puede ser el reflejo del creciente número de mujeres que conduce, aun tras haber consumido alcohol, en vez de viajar como pasajeras.
  • Los problemas de salud a largo plazo que surgen como consecuencia del consumo excesivo de alcohol incluyen hígado, corazón, enfermedad cerebral y cáncer.
  • Dado que es más probable que las mujeres queden embarazadas a los veinte y treinta años, este grupo enfrenta el mayor riesgo de concebir bebés con el característico deterioro mental y de crecimiento del síndrome alcohólico fetal, causado por el consumo de bebidas alcohólicas durante el embarazo.

Las mujeres mayores

Las mujeres mayores pueden ser especialmente sensibles al estigma de ser alcohólicas, y, por lo tanto, dudan de informar sobre sus hábitos, aun si tienen un problema.
Consecuencias del consumo excesivo de bebidas alcohólicas
  • Las mujeres mayores, más que cualquier otro grupo, usan medicamentos que pueden afectar el humor y el pensamiento, tales como aquéllos para la ansiedad y la depresión. Estos medicamentos “psicoactivos” pueden interactuar con el alcohol en forma dañina.
  • La investigación sugiere que desarrollar problemas con el alcohol en etapas tardías de la vida puede ser más común en las mujeres que en los hombres.
La edad y el alcohol. El envejecer pareciera reducir la capacidad del cuerpo para adaptarse al alcohol. Los adultos mayores alcanzan niveles más altos de alcohol en la sangre aun cuando beban la misma cantidad que la gente más joven. Esto se debe a que, al envejecer, disminuye la cantidad de agua en el cuerpo, y el alcohol se concentra más. Pero aun al mismo nivel de alcohol en sangre, los adultos mayores sienten algunos de los efectos del alcohol de manera más fuerte que la gente más joven.
Los problemas con el alcohol entre las personas mayores a menudo se confunden con otras condiciones relacionadas con el envejecimiento. Como resultado, los problemas con el alcohol pueden pasarse por alto y no ser tratados por los proveedores de cuidado de la salud, especialmente, en las mujeres mayores.
Manteniéndose bien. Las mujeres mayores necesitan permanecer alertas a que el alcohol se les “subirá a la cabeza” más rápidamente que cuando eran más jóvenes. También los proveedores de cuidado necesitan saber que el alcohol puede ser la causa de problemas que, supuestamente, resultan por la edad. Éstos incluyen la depresión, problemas para dormir, mal comer, problemas cardíacos y caídas frecuentes.

Mujeres y el consumo problemático de alcoholbottles of alcohol

Menos mujeres que hombres beben. Sin embargo, entre los que beben en exceso, las mujeres igualan o sobrepasan a los hombres en la cantidad de problemas que resultan de su consumo de alcohol. Por ejemplo, las mujeres alcohólicas presentan una mortalidad entre el 50 y el 100 por ciento más alta que la de los hombres alcohólicos, incluyendo muertes por suicidios, accidentes, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y cirrosis hepática. ¿Qué son el abuso de alcohol y el alcoholismo?

El abuso de alcohol es un patrón de consumo dañino para sí mismo o para otros. Las siguientes situaciones serían indicadores de abuso de alcohol si ocurrieran repetidamente en un período de tiempo de 12 meses:
  • Faltar al trabajo o pasar por alto las responsabilidades del cuidado de los niños a causa de la bebida
  • Beber en situaciones que son peligrosas, tales como antes o durante el momento de conducir
  • Arrestos por encontrarse bajo los efectos del alcohol o por lastimar a alguien en estado de ebriaguez.
  • Continuar bebiendo a pesar de las constantes tensiones, con amigos y familiares, relacionadas con el alcohol
El alcoholismo o la dependencia al alcohol es una enfermedad. Ésta es crónica, dura toda la vida, y puede ser tanto progresiva como una amenaza para su vida. El alcoholismo está centralizado en el cerebro. Los efectos del alcohol sobre el cerebro a corto plazo son los que causan que alguien se sienta eufórico, relajado o adormecido después de beber.
En algunas personas, los efectos del alcohol a largo plazo pueden cambiar la forma en que el cerebro reacciona al alcohol, a tal punto que el impulso por beber puede ser tan poderoso como la necesidad de comer. Tanto la genética como el ambiente que rodea a una persona inciden en el riesgo de alcoholismo. Las siguientes son algunas de las características típicas del alcoholismo:
  • Deseo: una necesidad fuerte, o urgencia, por beber
  • Pérdida de control: no poder dejar de beber una vez que se ha comenzado
  • Dependencia física: síntomas de reajuste, tales como descompostura de estómago, sudor, tembleques y ansiedad, tras haber dejado la bebida después de un período en el cual se ha bebido en exceso
  • Tolerancia: la necesidad de beber mayor cantidad de alcohol para sentirse “eufórico”

Conozca los riesgos

La investigación sugiere que la mujer tiende a beber excesivamente cuando tiene:
  • Padres o hermanos (o parientes de relación sanguínea) con problemas de alcohol
  • Una pareja que consume bebidas alcohólicas en exceso
  • Más “tolerancia al licor” que otras personas
  • Antecedente de depresión
  • Antecedente de abuso físico o sexual en su niñez
La presencia de cualquiera de estos factores es una buena razón para tener especial precaución con el consumo de bebidas alcohólica.

¿Cómo sabe si tiene un problema?

Responder las siguientes cuatro preguntas podría ayudarlo a descubrir si usted o alguien cercano tiene problemas con la bebida.
  • ¿Alguna vez ha sentido que debería reducir el consumo de alcohol?
  • ¿Le ha molestado ser criticado por la manera en la que consume alcohol?
  • ¿Se ha sentido alguna vez culpable por consumir alcohol?
  • ¿Ha tomado alguna vez alcohol a primera hora de la mañana para calmar los nervios o para deshacerse del malestar de haberse emborrachado?
Responder “sí” a una de estas preguntas sugiere un posible problema con el alcohol. Si respondió “sí” a más de una pregunta, es muy posible que tenga un problema con el alcohol. En cualquiera de los casos, es importante que vea a su medico de familia de inmediato, para discutir sus respuestas a estas preguntas.
Aun si respondió “no” a todas las preguntas recientemente formuladas, si está teniendo problemas relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas en su trabajo, con sus amistades, con la salud o con la ley, deberá buscar ayuda.